Uno de los trastornos sexuales más frecuentes que se tratan en
clínicas ginecológicas es el conocido como disfunción
sexual. Consiste en que la mujer que la sufre ha cambiado de manera
notable lo que es su comportamiento en materia íntima, lo que supone
que evite tener relaciones con su pareja, que haya perdido todo
interés en esas e incluso que hayan desaparecido sus fantasías al
respecto. Todo eso sin pasar por alto que, además, se puede dar el
caso de que cuando las tiene no las disfruta.
¿Cuáles son las causas que la provocan? Pueden ser muchas y
variadas:
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La incapacidad de la otra persona para estimular el deseo sexual, lo que acaba transformándose en una falta de interés por la intimidad.
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Pérdida del deseo, como consecuencia de una enfermedad, de problemas en la pareja o de consumo de drogas, por ejemplo.
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Dolor durante el coito, a causa de alguna operación, patología o infecciones.
El vaginismo o incluso ciertos trastornos relacionados con el orgasmo
son también causas de este trastorno y en base a las mismas se
establecerá un tratamiento u otro.