Las ETS, son por definición, un conjunto de afecciones que se transmiten de persona a persona, por medio de contacto sexual, ya sea oral, vaginal o anal.
Principalmente están causadas por bacterias o virus, pero algunas son causadas por hongos o protozoarios, ya que existen más de 30 tipos de estas enfermedades, como son la gonorrea, sífilis o el papilomavirus, entre otros.
Actualmente, casi la mitad de la población sexualmente activa, está contagiada por una o más de ellas.
Los principales factores de riesgo en la adquisición de las ETS son el inicio precoz en las relaciones sexuales, así como tener distintas parejas sexuales y no utilizar métodos anticonceptivos de barrera para evitar su contagio, como el preservativo.
La gran mayoría de las ETS se pueden curar, siendo de esencial importancia, su detección precoz y su correspondiente tratamiento, con el fín de eliminar la enfermedad, así como de cortar la cadena de transmisión y evitar el aumento de personas contagiadas.
Para su detección, es necesario acudir al ginecólogo anualmente y realizarse las correspondientes citologías.
